Brillo: así es el sistema operativo de Google para el Internet de las cosas
Era un rumor, pero Google acaba de hacerlo oficial: Brillo es el sistema operativo que el gigante buscador propone para el Internet de las cosas, que además llegará con Weave, una capa de comunicación universal para que todos los dispositivos puedan hablarse entre sí, incluso aunque no utilicen Brillo.
Brillo está basado en Android, como cabría esperar, aunque ha sido modificado, "pulido" en propias palabras de Google, para funcionar con unos requisitos mínimos realmente bajos y así poder ir destinado a casi cualquier dispositivo conectado. De hecho, se han quedado únicamente con las capas "más bajas" de Android. No han ofrecido demasiados datos, pero sí sabemos que la preview para desarrolladores llegará en el tercer trimestre de 2015.
Weave el idioma unificador
Pero para que todos estos dispositivos conectados a la red puedan interactuar entre ellos hace falta un idioma común. Ese idioma se llama Weave, una plataforma abierta que empezará a estar disponible para los desarrolladores durante el último trimestre del año.
Esta plataforma nace para comunicar nuestros teléfonos, la nube y los dispositivos que utilicen Brillo, de manera que, por ejemplo, la cerradura de nuestra puerta se pueda comunicar con las luces para que estas se apaguen automáticamente cuando nos vamos de casa, o incluso para poder encender el aire acondicionado cuando estemos llegando a casa para encontrárnosla fresquita.
Durante la presentación también mostraron cómo los dispositivos Android podrán detectar otros dispositivos con Brillo o que se comuniquen por Weave a su alrededor. Por ejemplo, podrás ver si tienes alguna bombilla conectada a tu alcance y, después conectarte a ella y modificar sus parámetros. Todo esto desde un panel común de tu teléfono, donde tendrás todos tus dispositivos conectados.
Con Brillo y Weave, Google propone su propio estándar para el Internet de las cosas, cuya falta de unificación entre plataformas y dispositivos ha venido lastrando su crecimiento desde el inicio. Ahora el desafío para Google es convencer a los fabricantes de que su solución es la mejor alternativa para poner fin al caos de plataformas y formatos en los dispositivos conectados del hogar.